Las declaraciones del Ministro de Educación, Cesar Barbeito, a los medios provinciales, ponen en evidencia que antes que proponer, el gobierno de Río Negro prefiere confrontar con trabajadores y trabajadoras de la educación, con ésta actitud, se presenta un sombrío panorama para el normal desarrollo del ciclo lectivo 2007.
El silencio cómplice de la Secretaría de Trabajo y el Ministerio de Educación con su postura de no convocar a reunión paritaria, en la que deben plantear una propuesta salarial, evidencian que el clima electoral los absorbe a tal punto que desatienden el normal funcionamiento del sistema educativo.
La falta de acciones concretas en educación, tendientes a una correcta distribución del presupuesto educativo que permita un financiamiento real del sistema demuestran que también este año, prevalece el “hacer como sí” el tema educativo fuera una preocupación del gobierno, que solo se refleja en costosas campañas de prensa que paga el pueblo, pero no en las escuelas.
El gobierno hace alarde con la implementación de nuevos proyectos, pero olvida mencionar que la mayoría de ellos originalmente eran impresentables, y que fueron mejorados a partir del reclamo, la insistencia y la intervención directa de docentes durante el 2006. Ejemplo de ello, son las escuelas de “Jornada extendida”, para las que, además, UnTER exigió un plan de incorporación paulatina de establecimientos, y la evaluación progresiva del proyecto.
Tampoco existe una mención para el trabajo realizado por UnTER en las comisiones de Evaluación del proyecto de Educación Especial, ni la 611, para la Reforma de la Escuela Secundaria. Este silencio no es casual, porque como los condenados, el gobierno se reserva el derecho de no declarar en su contra.
Para los representantes gubernamentales no tiene ningún valor la palabra dada, ni el compromiso asumido. Por desgracia en nuestro provincia, la mentira y los funcionarios en demasiadas ocasiones transitan por el mismo camino, convirtiéndose en fieles seguidores de Goebles, cuando afirmaba que “Una mentira adecuadamente repetida 1.000 veces se convierte en una verdad”.
Entonces, a la hora de denigrar el trabajo docente, ningún funcionario duda en recurrir a la propaganda goebbeliana, y miente, lo hace cuando afirma que la provincia debe invertir $13.500.000 para otorgar el irrisorio aumento del $ 32, cuando la suma no supera los $8.600.000
Mienten cuando afirman que el acuerdo salarial de noviembre de 2006, alcanza para el primer semestre del 2007. En ningún Acta Paritaria dice esto. Lo que sí está escrito es la continuidad del planteo de la incorporación de las sumas no remunerativas al salario básico.
Mienten Saiz, Barbeito, la legisladora María Inés García cuando afirman: “Que quieren los maestros si ganan $1000 y trabajan 4 horas” . Esto, además de una mentira, es un planteo vergonzoso y provocativo, porque es un grave desconocimiento de la tarea docente, más cuando sale de boca de quienes dicen haberse desempeñado como educadores.
Tanto el ministro como la legisladora saben que un docente trabaja muchas más horas que las cuatro y media frente a curso, que se debe contabilizar la misma cantidad o más en su domicilio para las planificaciones diarias, semanales, anuales, corrección de carpetas, evaluaciones, elaboración de boletines, registro de asistencia.
A esto se debe sumar las 24 horas diarias que implican los viajes de estudio acompañando a los estudiantes, o el tiempo dedicado las diferentes reuniones con padres, madres, que se incrementan con más de 29 estudiantes por curso. Todo esto sin contar el tiempo imprescindible para la formación permanente.
Mienten cuando definen como insaciable el planteo de UnTER. No es insaciable, sino ávido de justicia, quien sufrió los brutales rebajas salariales del gobierno, de Verani y Saiz, en su rol de presidente del bloque de la UCR en la Legislatura, y que padeció durante más de 10 años.
Mienten cuando se escudan en la ley de Financiamiento, porque la aplicación o no del goteo nacional no impide al gobierno realizar una propuesta salarial.
Para el ministro Barbeito y para el gobernador la única preocupación es llegar a cumplir con los 180 días de clase, no importa como, ni a costa de qué. Para éste gobierno la educación es un servicio no un derecho social, de ésta manera tratan a los estudiantes como clientes, a las y los docentes como objetos de cambio, como variables de ajuste supeditados a los caprichos y necesidades electorales, y no les importa transformar a las escuelas en depósitos, mientras tengan las puertas abiertas para la foto que les permita congraciarse con Nación.
Trabajadores y trabajadoras de la educación de Río Negro queremos trabajar en condiciones dignas de enseñar y aprender, por nuestros estudiantes, por nosotros, por nuestro futuro, queremos construir un presente digno entre todos, con una escuela pública democrática e inclusiva, que no se garantiza solo con 180 días de clase, sino con un verdadero proyecto transformador en pos de una sociedad justa y solidaria.
Gral. Roca, Fiske Menuco, 06 de marzo de 2007.-
Orlando Solaro, Secretario de Prensa
Carlos Tolosa, Secretario General