Pasaron tres meses del fusilamiento del compañero Carlos Fuentealba, durante una movilización docente en Neuquén, a manos de un sistema policial represivo y por orden directa del Gobernador Jorge Sóbich.

Pasaron tres meses del asesinato de un trabajador que salió a la calle a defender el derecho de enseñar y aprender en condiciones dignas.

Pasaron tres meses que un personero del poder definió sobre la vida de un trabajador.

Pasaron tres meses de un pasado que no pasa, de un dolor que no cesa, porque exige justicia.

Trabajadoras y trabajadores de la educación reunidos en el CCLX Congreso Extraordinario de UnTER, hace suyo el pedido de Juicio y Castigo a los responsables y continúa acompañando cada una de las acciones que se promueven desde la COCAPRE, plenamente convencidos que el derecho a la vida jamás puede estar sumido al derecho de la propiedad privada, porque no hay mayor homenaje que continuar la lucha por la verdad, si nos proponemos construir una sociedad justa, digna y solidaria.

Huergo, 10 de julio de 2007