El caso de la joven de Bariloche de 17 años, víctima de abusos reiterados por parte de su padre y su tío, que desencadenaron en un embarazo no deseado y por consiguiente motivó su solicitud para realizarse un aborto, pedido que obtuvo dictamen favorable del Juez Martín Losada, pone otra vez en discusión una realidad que se reitera en distintos lugares del país. Sin embargo, no siempre se contempla el derecho de las mujeres de decidir sobre su cuerpo, ni aún en situaciones de extrema violencia como lo es una violación. Esto da como consecuencia la búsqueda de soluciones desesperadas por fuera del marco legal y sin un tratamiento adecuado, lo que desencadena la muerte de miles de mujeres.

La frase “anticonceptivos para no abortar y abortar para no morir”, no puede ser una mera consigna que genera arduos debates entre quienes, en definitiva, no padecen la realidad de tantas jóvenes doblemente victimadas por su situación de pobreza o vulnerabilidad social producto del maltrato y del abuso que no es inherente a una clase social en particular, sino a la condición de desprecio por el otro.

Desde el CCLXXV Congreso Extraordinario de UnTER, que sesiona bajo el nombre de Teresa Rodríguez, Víctor Choque y Carlos Fuentealba, creemos necesario que salud pública realice la atención de estos casos, utilizando el correspondiente protocolo para el aborto no punible. Esta relación debe darse en virtud de poder mejorar la calidad de vida de nuestros niños, niñas y jóvenes, cuidando de sus derechos.

Viedma, 12 de abril de 2010.

Comisión de Prensa en el Congreso: Clara Busso (Secc. Viedma); Natalia Baeza (Secc. Cinco Saltos);  Daysi Giretti (Secc. Valle Medio); Cecilia Altamirano (Secc. Roca); Ana Stoessel (Secc. Regina);  Flavio Bell (CDC).