Más de 1200 personas, de Río Negro y Neuquén, se acreditaron en el Congreso Educativo que se inició con un emotivo homenaje a los docentes detenidos, asesinados por la última dictadura militar, en especial a los miembros de CTERA: Marina Vilte, Isauro Arancibia y Eduardo Requena. Luego se recordó a Daniel Gómez, Secretario General de UnTER desde 1992 – 2001, a Carlos Fuentealba y Pascual Mosca.
El Secretario General de UnTER, Marcelo Nervi, expresó que el congreso, organizado por las escuelas de formación Rodolfo Walsh de UnTER y Carlos Fuentealba de ATEN, tiene como objetivo generar el debate para la construcción de una sociedad que merecemos todos. En los talleres, por ejemplo, se trabajará sobre el Diseño Curricular, que implica discutiur la educación que demanda la sociedad, una escuela que sea posible de construir.
La intención, dijo Nervi, es pensar, accionar e invitó a ser parte de una nueva construcción política y de relación de fuerza que genere cambios beneficiosos para los trabajadores. Instó a profundizar el debate, articualar con la comunidad y reconstruir el tejido social y una educación pluralista y divergente.
Recordó que este año se vence la Ley de Fondo Educativo Nacional, y porque la educación no es un gasto, sino una inversión, se deberá exigir, una vez más, la financiación estatal y la recomposición salarial que los trabajadores de la educación merecen.
La UnTER, comentó Nervi, ha marcado coherencia y posicionamiento con respecto a la distribución y concentración de la riqueza, la democratización de los medios de comunicación, por eso estos temas también se trabajarán en los talleres.
Marcelo Guagliardo, Secretario General de ATEN, expresó su satisfacción por el congreso. Hizo una reseña del conflicto docente en Neuquén, donde expresó “la discusión sobre la educación pública es política. La concepción que tiene el gobierno y los trabajadores es diferente”.
El Decreto del Gobernador Sapag que declarara a la educación un servicio público esencial, llegó, a través de algunos diputados, a la legislatura para que se convierta en ley. El objetivo, señaló Guagliardo “es disciplinar y reglamentar el derecho a huelga”.
El espíritu del Decreto oficial deja entrever que desde el gobierno nuequino conciben a la escuela como una guardería, con guardias mínimas, donde se puede funcionar en el nivel primario con el cincuenta por ciento del personal, ejemplificó el dirigente. Esta idea tiene, según Guagliardo, “un riesgoso asentamiento en diferentes sectores de la sociedad”.
Es imperioso elaborar una estrategia para debatir esta concepción, porque continuó “la educación es un derecho, no un servicio y es deber del Estado ganatizarla“. Dejó en claro que “somos los trabajadores los que no queremos perder un día de clase” y que se persigue un salario digno y escuelas en condiciones.
Se refirió a la escuela de formación Carlos Fuentealba, como un espacio para “construir con memoria, verdad y justicia, formar ciudadanía sobre la verdad, libre de toda atadura y de toda impunidad”, y reafirmó “libre de impunidad, plena de justicia y de memoria”.
Gral. Roca, Fiske Menuco, 3 de junio de 2010
Pedro Bichara, Secretario de Prensa