Desde la CTA Río Negro y la UnTER expresamos nuestra preocupación por los incidentes ocurridos en Bariloche, luego de una marcha de familiares de los jóvenes Bonefoi, Carrasco y Cárdenas, víctimas de las balas policiales, masacradas en junio de 2010, donde se reclamaba justicia y por el fin de la impunidad. Estos incidentes son repudiables y lamentables, pues la violencia sólo genera más violencia y no resuelve los problemas de fondo, pero es preciso destacar que ocurren en un contexto donde los responsables políticos de la violencia institucional en la provincia, que en menos de seis meses acumula ya cinco asesinatos a manos de la policía, siguen incólumes en sus cargos, como si todo estuviera bien.
Los jefes policiales y el secretario de seguridad Cufré, llamados a declarar ante la justicia no han aportado absolutamente nada para vindicarse y clarificar su responsabilidad como buenos ciudadanos. Sólo han actuado para sostener la impunidad, de la misma forma que lo hacen sus jefes, el ministro de gobierno y el propio gobernador. Mientras continúe la misma estructura de inseguridad con una policía brava, con jefes policiales y políticos impunes, sospechados de corrupción y de acciones mafiosas, el pueblo rionegrino está en peligro y en permanente inseguridad, sobre la población más jóven y más pobre, blanco preferido para el asesinato, el maltrato y la represión cotidiana.
Volvemos a sostener que Cufre y Larreguy deben renunciar y responder a la justicia como simples ciudadanos, que la justicia debe actuar con mayor celeridad y que hay que poner en debate y definir una reforma profunda de las políticas de seguridad, para proteger la vida como prioridad absoluta, en el marco de la plena vigencia de los derechos más elementales de la persona.
Luis Giannini, Sec. Gral. CTA Río Negro.
Marcelo Mango, Sec. Gral. de la UnTER.