No es novedad que la UCR, partido que gobernó por 28 años a Río Negro dejó una provincia diezmada: con una deuda estimada en 4.800 millones de pesos, que la coloca segunda en el país con la mayor deuda pública por habitante; muchos funcionarios con denuncias de corrupción en los diferentes poderes del Estado; una estructura productiva al servicio del capital concentrado; un Estado que no puede hacerse cargo de los servicios esenciales; una fuerte connivencia de las estructuras políticas y policiales con el delito que ha sembrado la provincias de asesinatos y desapariciones que aun están impunes.
La política de exclusión social llevada adelante por el gobierno de la provincia de Río Negro se ha dado en consonancia con una política represiva que ha tenido a la policía provincial como protagonista con el apoyo en numerosas ocasiones del Grupo Especial BORA (fuerza especial dependiente de la policía de Río Negro). Los ejemplos más recientes son asesinatos dirigidos a los jóvenes de Bariloche Diego Bonefoi, Nicolás Carrasco y Sergio Cárdenas, de Viedma Guillermo Trafiñanco y Guillermo Garrido en El Bolsón. Luego de terminado el ciclo del gobierno radical, la justicia ha “descubierto” que Guillermo Garrido del Bolsón no se suicidó y que a Carrasco y Cárdenas los mataron con perdigones de Itacas policiales.
La impunidad y corrupción desplegada por el poder político y sectores de la institución policial han derivado en numerosas investigaciones que vinculan a estos actores con la droga, el juego, la prostitución y la trata de personas. Uno de los hechos más resonantes que ejemplifican este tipo de asociación ilícita es el caso de Otoño Uriarte, quien desapareció el 23 de octubre de 2006 y su cuerpo fue encontrado sin vida unos seis meses después en un canal de riego.
La provincia de Río Negro tiene más de 100 crímenes impunes, en su historia reciente. La mayoría de ellos han sido contra mujeres y jóvenes o adolescentes. A esto debemos sumarle la desaparición de Daniel Solano que fue sacado por la policía del boliche “Macuba” de Choele Choel el 5 de noviembre de 2011 a las 3,30 hs., aún no se sabe su paradero y hoy se cumplen 40 días de su desaparición.
Daniel es un joven de 26 años, residente en Salta, de origen Guaraní, trabajador temporario que había llegado a Valle Medio en octubre para realizar tareas en el establecimiento de la multinacional frutícola Expofrut y había sido traído por la empresa Agro Cosecha SRL que provee de trabajadores temporarios a la empresa Expofrut sin que tengan con esta una relación de dependencia. Esta empresa está custodiada por el Grupo Especial BORA que actúa como adicional de seguridad. Los trabajadores/as cuentan que estos adicionales de seguridad realizan periódicamente requisas en las gamelas donde viven los trabajadores/as y a veces los obligan a trabajar por la fuerza.
Al momento no está establecida una relación entre la policía y este Grupo Especial con la desaparición de Daniel Solano, pero es una de las líneas de investigación.
El gobierno de Río Negro que condujo los destinos de la provincia por 28 años, antes de su retirada, nos deja otro caso a los más de 100 casos impunes que ya hay en la provincia. Desde la Central de Trabajadores y Trabajadoras de la Argentina nos solidarizamos y acompañamos a familiares y amigos de Daniel en su búsqueda y pedimos justicia para este y todos los casos impunes en la provincia de Río Negro.
Gral. Roca – Fiske Menuco, 19 de diciembre de 2011
Néstor Silva, Sec. General de CTA Beltrán y Sec. Nivel Superior UnTER
Jorge Molina, Sec. Gral. UnTER y Sec. Gral. CTA Bariloche
Luis Giannini, Sec. Gral. CTA Río Negro y Sec. de Prensa UnTER