Desde la conducción provincial de la UnTER nos vemos en la obligación de manifestar nuestra postura frente a las lamentables declaraciones de algunos ex dirigentes del sindicato.
Quien presidió un congreso del sindicato por obra de un consenso que desde algunos sectores entendimos como un gesto de unidad, para ponerle fin a las agresiones gratuitas y las chicanas, interpretó que llegaba su hora de protagonismo histriónico para aplicar el viejo método vandorista de apretar para conseguir algún beneficio.
Saliendo a agredir en forma totalmente gratuita, desde un resentimiento que no se le cura, a quién lo derrotó en las elecciones gremiales hace un año, no representa a la docencia de Río Negro sino a sus propias sensaciones.
Luego cuando el vice gobernador se expresa lamentando sus improperios, responde con el acompañamiento de su socio gremial que comparte el mismo resentimiento porque algunos compañeros de su agrupación se han sumado al nuevo gobierno, al parecer sin pedirle permiso. En sus dichos hacen gala de una concepción rotundamente ombliguista, donde parece que la UnTER fuera de su propiedad y que hubiera sido la única organización que resistió al neoliberalismo radical en la provincia. No fue la única, había organizaciones y compañeros de diferentes sectores que también lo asumieron, como también hay que decir que en esa época, donde luchábamos y soñábamos con terminar con el ajuste y el recorte de derechos que impuso el gobierno radical, a la Unter la conducía la Celeste que integraba también Nervi y por supuesto Mango.
Luego de 28 años de políticas que atrasaron claramente el reloj de los derechos del pueblo, con ajustes, represiones, corrupciones, fraudes de todo tipo, llega un nuevo gobierno que expresa la voluntad de cambiar muchas cosas para bien.
Un ejemplo de ello es el anuncio de la disolución del Bora, reclamada tantas veces por nuestra organización y por la CTA, incluso recientemente en la denuncia que se hiciera por su acción en Valle Medio, en complicidad con los explotadores de la fruticultura. En este sentido recordamos que es desde que asumió esta gestión que se pudo saber que Coco Garrido no se suicidió en la comisaría del Bolsón, que a los jóvenes Carrasco y Cárdenas los mataron con balas policiales y que luego de un hecho de gatillo fácil en Cipolletti, el propio ministro de gobierno asume rápidamente que se trata de eso y se compromete una vez más con la defensa de los derechos humanos, haciendo honor a su trayectoria, en clara contraposición de la actitud del anterior gobierno de bancar y sostener a los mafiosos policiales.
En el plano educativo, se asume el desafío de reparar los edificios escolares durante el receso, para que no se repita la historia de las escuelas destruídas que no funcionan mientras los responsables usan los dineros del pueblo para la campaña mientras todo se deteriora y se cancela. Se asume la responsabilidad de denunciar penalmente los graves latrocinios que, en este aspecto, cometiera la gestión anterior.
Se asume el desafío de resolver los graves conflictos que deja la gestión saliente con reformas mal implementadas, resoluciones y normativas inconsultas y que generan enormes conflictos y broncas en la comunidad toda, sabiendo que el tiempo para hacerlo es exiguo y que los problemas organizativos para hacerlo son muchos. Y que hace falta gente que se comprometa en aportar soluciones y no pararse en la vereda de enfrente a tirar piedras.
Todo este esfuerzo para que Rio Negro cambie, no se merece que ex dirigentes resentidos sigan agitando sus agresiones gratuitas confundiendo y sobreactuando la oportunidad del descuido ingenuo de quiénes creímos que honestamente están preocupados por mejorar el destino de la provincia. No sigan tirando piedras para el cielo porque les van a caer en la cabeza y los van a lastimar. Nadie quiere disciplinar a la UnTER. Muchos quisieron hacerlo y alguna vez creían que podían lograrlo, incluso con apoyos a ciertos dirigentes en las internas, pero no lo consiguieron. Por eso en 2011 pasamos de tener el peor salario básico del país a incrementarlo en forma significativa, como pocas veces ocurrió en nuestra historia. Y vamos por más convencidos de que en esta nueva etapa conquistaremos nuestra dignidad como trabajadores, al mismo tiempo que nos comprometemos a garantizar el derecho social a la Educación para nuestro pueblo.
Luis Giannini, Sec. de Prensa
Juan Carlos Carreño, Sec. Gremial
Jorge Molina, Sec. General.
26 de diciembre de 2011.