Desde la UnTER, la CTERA y la CTA expresamos nuestra profunda convicción para que el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, sea una jornada de actividad militante por la reivindicación de la dignidad y la igualdad entre los seres humanos.
Advertimos que no hay conciencia suficiente acerca de que cada 8 de marzo se conmemora en reconocimiento a la lucha de las mujeres trabajadoras por salarios y condiciones dignas de trabajo. Sucede que el consumismo marketinero, que todo lo trivializa, vacía de contenido un día que nos interpela como educadoras/es y militantes de organizaciones de la CTA. No podemos ni debemos reforzar la banalización que fomentan los medios de comunicación masiva. No podemos ni debemos dejar de cuestionar cierto reduccionismo, por más bien intencionado que sea, que se traduce en el envío de mensajes que desean “feliz día de la mujer” o que estimulan la cultura del regalo o de la flor, en un nuevo encasillamiento estereotipado de las mujeres como agasajadas consumistas.
Vaya nuestro reconocimiento a la lucha de las mujeres trabajadoras que nos precedieron: de las protagonistas de las luchas por la independencia, de las sufragistas, de las feministas y mujeres de la política argentina que marcaron un camino de activismo y emancipación desde los albores de la República. Nos enorgullecemos de Evita, la abanderada de los humildes, que fue bisagra para el protagonismo público de las mujeres, de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, con su fuerza resistente y esperanzadora, de las mujeres que pusieron todo para enfrentar al neoliberalismo: de las piqueteras, las luchadoras sociales, las dirigentes barriales y de las mujeres de la política que día a día renuevan el entusiasmo de esta hermosa herramienta para la transformación. Nos enorgullece una tradición nacional de logros pioneros para la región en materia de educación para las niñas, trabajo femenino remunerado, voto femenino, ley de cupos, participación política militante, divorcio vincular y patria potestad compartida, contra la violencia familiar y su prevención, entre otras conquistas.
Muy lejos de esta significación se hallan las celebraciones vaciadas de este componente vital de lucha, de este grito de mujeres trabajadoras que se animaron a pelear contra la explotación del patrón y del patriarcado. Aún hoy persisten discriminaciones y desigualdades en el mundo laboral: la brecha salarial entre varones y mujeres, menores posibilidades de acceso a empleos calificados, la invisibilización de trabajos socialmente descalificados como por ejemplo la crianza de niñas y niños que son responsabilidades familiares compartidas según Convenio 156 de la OIT, la falta de jardines de cuidado infantil, etc. Estas demandas nos convocan y también otros temas, por nombrar algunos, como la feminización de la pobreza, la trata de personas, la media sanción para leyes como la de las Trabajadoras de Casas Particulares, la de Identidad de Género, que se erradique del Código Penal la figura del “avenimiento”, que se consideren como “delitos de lesa humanidad” las violaciones a la integridad sexual de secuestradas y presas en centro clandestinos de detención, la inclusión de la perspectiva de género en las políticas públicas y en las instituciones, también el debate pendiente sobre el derecho al aborto legal, seguro y gratuito.
Este Día Internacional de la Mujer Trabajadora sintámonos convocadas y convocados al esfuerzo constructivo y sumamente revolucionario de trabajar por la creación de vínculos de paridad con organización y protagonismo de las mujeres, que creemos es el camino para construir una sociedad con igualdad en todos los ámbitos de la vida y para avanzar en una utopía necesaria: la erradicación de cualquier tipo de violencia contra las mujeres.
7 de marzo de 2012
María Cristina Bay
Secretaria de Derechos Humanos,
Género e Igualdad de Oportunidades
UnTER
Oscar Muños
Director de la Escuela de Formación Permanente Pedagógica,
Político – Sindical y Ambiental “Rodolfo Walsh”
UnTER.
Luis Giannini
Secretario de Prensa, Comunicación y Cultura UnTER.
Secretario General CTA Río Negro.
Imagen: Matisse, “La Danza”, 1910