No pretendemos contestar las acusaciones agraviantes que nos dirigiera una agrupación interna, ya que todos sabemos que el salario docente real perdió frente a los índices inflacionarios en 2008,2009 y 2010.
En 2011, por primera vez en mucho tiempo, por fin nuestro salario recuperó poder adquisitivo real y lo mismo ha pasado en el primer semestre de este año. Seguramente ocurrirá lo mismo este año como en el anterior, ya que resta la negociación del segundo semestre. Los dos tramos de negociación en un año también son novedad.
Y esto es así porque la pelea interna no mejora nada, ni las condiciones de vida, ni las condiciones laborales de nuestros compañeros y compañeras, todo lo contrario, debilita a la organización, atentando contra los intereses del conjunto. Y la realidad es que en un año y medio de conducción de UnTER hemos logrado, entre otras cosas, conquistas históricas para la UnTER:
* Aumentó un 107% el salario básico.
* Aumento del salario de bolsillo que nos puso un 33% por encima del piso nacional, mientras que en 2010, cobrábamos el piso nacional más incentivo (8% sobre el piso).
* Abrir el debate para promulgar una nueva ley de educación (planteo realizado desde el inicio mismo de nuestra gestión) para consagrar a la educación como un derecho social y consagrar nuevos derechos y garantías para los trabajadores de la educación.
* Mediante gestiones nacionales (a través de la CTERA) alcanzamos la jubilación más elevada del país (82% móvil más 40% de zona patagónica). Y también la incorporación de los compañeros/as del decreto 7 al régimen jubilatorio docente, quienes venían cobrando una retribución miserable, litigando sin conseguir nada. Ahora conquistaron una jubilación digna y no hizo falta ningún fallo judicial.
Y la lista de logros sigue y sigue. La crítica es constructiva y solo sirve, si parte del reconocimiento de la realidad, que incluye a aquello que se hizo bien y apunta a mejorarlo, sino no es más que una mezquina y lamentable lucha por los intereses de un pequeño grupo militante, que nada tienen que ver con la calidad de vida, los derechos y los intereses reales de la inmensa mayoría de compañeros y compañeras de la docencia rionegrina, a la que representamos.
Porque la calidad de vida de los trabajadores/as de la educación depende en gran parte de su salario, la política gremial de la UnTER votada por unanimidad consiste en lograr aumentos salariales de bolsillo que superen la inflación y aumentos al básico que superen los del bolsillo.
Más salario y en blanco, mejor jubilación, más derechos adquiridos, más y mejores puestos de trabajo, para eso la UnTER pelea y trabaja. Por ese camino vamos a seguir.
Mesa Ejecutiva. UnTER Central.