Las crónicas del acto oficial del 9 de julio de 1972 realizado en General Roca decían: “mientras las tropas militares desfilan, el escaso público presente les da la espalda… entretanto se arrojaban volantes que rezaban “vecino de pie”, “Roca no es un cuartel”, “Río Negro nos une, Requeijo nos separa” y” Requeijo , váyase”.
Las crónicas del acto oficial del 9 de julio de 1972 realizado en General Roca decían: “mientras las tropas militares desfilan, el escaso público presente les da la espalda… entretanto se arrojaban volantes que rezaban “vecino de pie”, “Roca no es un cuartel”, “Río Negro nos une, Requeijo nos separa” y” Requeijo , váyase”.
El levantamiento popular se había iniciado cuando el Gobernador de la dictadura, el General Roberto Requeijo en su política de acercamiento a Cipolletti había creado el Juzgado Nº 6 con asiento en dicha ciudad. Para la elite roquense, esto implicaba cuestionar su hegemonía. En ese sentido la dirigencia del Rocazo intentó, con pocos resultados, convertir el movimiento en expresión de intereses generales y no particulares de una ciudad. Mientras a nivel nacional los discursos opositores dominantes pasaban por la problemática de la dependencia, la lucha de clases y el socialismo, el de Roca, predominantemente tuvo una fuerte connotación regional.
En dos semanas de conflictos hubo importantes movilizaciones, represión, heridos y detenidos.En un contexto nacional en donde el Gran Acuerdo Nacional (GAN) mostraba su cara dialoguista de la dictadura de Lanusse. En 1972 el Rocazo y un mes después la masacre de Trelew, anunciaban que el poder económico iba a ser defendido a sangre y fuego.
Gral. Roca – Fiske Menuco, 10 de julio de 2012
Luis Giannini, Secretario de Prensa, UnTER
Alberto Cacopardo, Secretario de Finanzas UnTER
