Desde la CTA Río Negro, ante las informaciones periodísticas que dan cuenta de los argumentos que las defensas de los represores procesados en el juicio denominado la Escuelita II de Neuquén, expresamos nuestro repudio categórico a la estrategia de descalificar y volver a victimizar a los testigos de la causa que declararon en todo este juicio, con valentía y fortaleza. 

Como no son capaces siquiera de declarar qué hicieron ni alegar nada en favor de su propio accionar, sus defensores no dudan en recurrir a reinstalar las remanidas y falsas hipótesis de la guerra anti subversiva, la teoría de los dos demonios o el simple beneficio de la duda. Es intolerable que, luego de 30 años de impunidad política y judicial, pretendan ahora reclamar pruebas físicas cuando muchos de los testigos llevan esas marcas en sus propios cuerpos y existencias, intentando sostener que esos crímenes no fueron de lesa humanidad ni en el marco de un genocidio. 

Manifestamos nuestro respeto y desagravio a compañeras/os que han testificado en este juicio, por las descalificaciones que han recibido en los alegatos de las defensas de los represores, algunas basadas en operaciones de prensa organizadas por periodistas que trabajan para quienes han sido gestores y garantes de la impunidad durante más de veinte años. 

Una vez más sostenemos la necesidad de que existan condenas de cárcel común y efectiva para los 22 represores procesados en este juicio, como delincuentes de lesa humanidad que actuaron en el marco de un genocidio. 

 26 de octubre de 2012

 Luis Giannini, Secretario General – CTA Río Negro