El 2 de diciembre pasado, nos despertamos con la triste noticia de la trágica muerte de la compañera Elena Oviedo. La luctuosa circunstancia de su deceso conmocionó a la ciudad de Cipolletti, en especial a los que la conocieron personalmente y disfrutaron de su paso por las aulas. Maestra ejemplar, es recordada con cariño por sus alumnos por su trato afable y su capacidad para despertar en ellos sus ansias de saber y de superarse.

Prácticamente destinó toda su vida a la enseñanza pasando por las escuelas rurales de la zona, por solo enumerar algunas: la 102 de Fernández Oro, la de Colonia María Elvira, la 36 de Ferri, la 50 de Colonia Confluencia, etc. y en ámbito más ciudadano se desempeñó en el jardín de la céntrica escuela 53, en la 221, en la 323, en la Secretaría del Colegio de Capacitación Técnica Nº 6 dejando en todas ellas un poco de sí: mucho amor y mucha ternura, siempre. Terminó su carrera docente –por razones severas de salud- cumpliendo tareas pasivas en la Delegación del Consejo de Educación.

Desde la UNTER seccional Cipolletti se la recuerda como una de las iniciadoras de nuestra institución donde demostró un espíritu participativo, asistiendo a las Asambleas, debatiendo, marchando por las calles en los primeros paros del sindicato. Pero además no podremos olvidar que fue ella, en carácter de Directora a cargo de la Escuela Nº 50, junto a la maestra Estela Mari Sosa quienes tuvieron que aguantar el ingreso brutal de la Policía y el Ejército a pocas horas de producido el golpe militar del 76. Se necesitaba mucho valor para soportar los desmanes producidos dentro del establecimiento educativo, y una entereza total para contener a los niños aterrorizados.

Al pie del los álamos del Valle descansa en paz Elena Oviedo.