Respecto del estado de las escuelas, la realidad supera el relato oficial del Ministerio de Educación, cientos de estudiantes y trabajadores/as no pueden concurrir a clases por falta de luz, gas o problemas estructurales. En otros casos, la actividad escolar se cumple sin las condiciones mínimas de seguridad, habitabilidad e higiene, se pone en riesgo la salud de las comunidades.
La prevención tampoco es prioridad para el gobierno. No vemos al responsable de infraestructura escolar, Adrian Carrizo, demasiado preocupado por hacer cumplir la Ley de Riesgo de Trabajo, que lo obliga a realizar inspecciones con personal idóneo, ni siquiera se toman las medidas necesarias ni se certifican seguimiento y finales de obra en las instalaciones educativas. Pensar que tiene los planes de contingencia en cada establecimiento a su cargo es casi una ilusión.
Mientas este funcionario sonríe para las fotos, anunciando la presentación de proyectos para nuevas obras como la del Jardín 55 de Ingeniero Huergo, que reclama su edificio hace 22 años, la cotidianeidad de las escuelas se ve afectada por la falta de previsión y presupuesto para mantenimiento.
En la Zona Alto Valle Oeste, el Jardín Nº 120 de Cipolletti reinició las clases el 16 de agosto, sin la finalización de las obras que debían concretarse por orden judicial, es decir, no solo se pone en riesgo la salud de niñas, niños y trabajadoras/es, sino que además desconoce la respuesta del juez, al amparo presentado por la comunidad junto con UnTER.
En Catriel, un corto circuito provocó un incendio en la Escuela Nº 204. El siniestro afectó la galería y dos aulas, que agrava aún más la precaria situación edilicia denunciada por la comunidad educativa, que a partir de una larga lucha de cinco años, lograron la aprobación de la remodelación, pero aún no tienen fecha cierta de inicio de obra.
Las escuelas rurales 142, 285 y el Jardín 99 de Cipolletti no tienen transporte por falta de pago, mientras que en Alto Valle Este, todas las semanas aparece una nueva irregularidad en la empresa contratada. En Zona Sur, los días posteriores las nevadas, estudiantes de los parajes quedaron varados o tuvieron que caminar kilómetros porque los transportistas no quisieron exponer sus vehículos, si ni siquiera lo hacen para llevar alimentos frescos a comedores, mucho menos para garantizarle a un niño llegar a clase.
Tampoco tienen clases el CEM 15 de Cipolletti, ni los secundarios de Bariloche CEM 2 y CET 2, en este último se rompieron las calderas, solo funcionan los talleres. La Escuela Primaria Nº 184 de La Grutas debió suspender actividades por invasión de roedores y baños inhabilitados.
No menores son los problemas ocasionados por instalaciones precarias o obsoletas de gas que cuando se denuncian a Camuzzi, inmediatamente se retira el medidor. Y aquí la lista es interminable colegios en Cipolletti, Allen, Bariloche, Roca, Cinco Saltos, entre las más afectadas.
Frente al silencio de coordinadores/as escolares, obedientes del mandato de no suspender las clases a como dé lugar, son las comunidades las que reaccionan. La postal de hoy son las y los estudiantes del CEM Nº 9, de Roca-Fiske Menuco, quienes organizaron una sentada exigiendo urgente respuesta por el riesgo eléctrico, el cincuenta por ciento de la iluminación está fuera de servicio, la calefacción es escasa, vidrios rotos y baños inundados.
Invitamos a funcionarios/as que recorran un día, uno solo, el mapa de las escuelas en la provincia, para dimensionar que el problema edilicio no es un problema de porcentajes, detrás de los números hay seres humanos que no pueden ejercer sus derechos. Tal vez así puedan dimensionar el malestar reinante en las escuelas.
No deben ser las comunidades quienes busquen soluciones para que se les respete el derecho de enseñar y aprender en condiciones dignas, es obligación indelegable del Estado garantizarlo. Ya no hay margen de paciencia, o los funcionarios cumplen con sus responsabilidades o deberán hacerse cargo de las consecuencias de su inoperancia.
Gral. Roca – Fiske Menuco, 16 de agosto de 2016.
Marcela Medina, Secretaria de Salud
Mario Floriani, Secretario General