El 15 y 16 de marzo, trabajadores y trabajadoras de la educación de todo el país vamos al paro, porque no podemos permitir que los gobernantes no cumplan las leyes, porque exigimos garantías democráticas, porque no permitiremos que la política del miedo se imponga en un pueblo que supo resistir, aún en los momentos más oscuros, a todas las formas de violencia. Lo hicimos antes con los milicos, lo hacemos ahora con sus cómplices civiles que ocupan los sillones de los ministerios.

 

 

 

 

Es tiempo de lucha, de sumar esfuerzos, de estar en la calle para decirle a Macri y Weretilneck que no tenemos miedo, que de nada le servirán los aprietes, las amenazas de descuentos, ni las persecuciones, que estamos de pie por mucho más que el salario, porque nuestros/as estudiantes tiene el derecho de estudiar en escuelas en condiciones, de ir a la escuela pública a aprender, no a transitar la Escuela Secundaria Rionegrina, porque nos merecemos enseñar y aprender en condiciones dignas.