Este 1º de mayo, Día Internacional de Trabajadores y Trabajadoras, encuentra a clase obrera argentina sumida en una lucha en defensa de sus derechos, contra el ajuste y la desocupación que atraviesa a todos los sectores. Realidad que solo podrá revertirse con la unidad en la acción de todas las organizaciones sindicales, sociales y políticas.

 

Los manuales escolares suelen remitirse a celebrar el “Día del Trabajo”, reproduciendo el discurso hegemónico despojado de la mirada política que implica recordar la lucha de hombre, mujeres y niños/as por la jornada laboral de ocho horas. Reclamo duramente reprimido por la clase dominante, que ahorcó a sus principales dirigentes, pero que no pudo impedir la toma de conciencia de la clase obrera que finalmente logró esta reivindicación.

 

A través del tiempo, los mercenarios del modelo capitalista van cambiando estrategias para imponerse a costa del hambre del pueblo. Aún persiste la inequidad salarial con las mujeres y la esclavitud laboral, usufructuada por grandes monopolios de la moda, la agricultura y el extractivismo.

 

Nuestro país parece atrapado en una historia circular, antes con el apoyo de las fuerzas armadas, hoy con la presencia de los empresarios en los ministerios. Vale recordar un fragmento  del documento de la emblemática CGT de los Argentinos, escrito por Rodolfo Walsh cuando describe el avance del modelo .”(…) Este poder de los monopolios que con una mano aniquila a la empresa privada nacional, con la otra amenaza a las empresas del Estado donde la racionalización no es más que el prólogo de la entrega, y anuda los últimos lazos de la dependencia financiera. Es el Fondo Monetario Internacional el que fija el presupuesto del país y decide si nuestra moneda se cotiza o no en los mercados internacionales. Es el Banco Mundial el que planifica nuestras industrias claves. Es el Banco Interamericano de Desarrollo el que indica en qué países podemos comprar. Son las compañías petroleras las que cuadriculan el territorio nacional y de sus mares aledaños con el mapa de sus inicuas concesiones. El proceso de concentración monopolista desatado por el gobierno no perdonará un solo renglón de la actividad nacional. Poco más y sólo faltará desnacionalizar la tradición argentina y los museos (….)”

 

En este contexto, como trabajadores y trabajadoras de la educación, tenemos la convicción que es imprescindible unificar las luchas para defender las conquistas laborales y sociales logradas por el conjunto, que ha costado, incluso, la vida de miles de compañeras y compañeras que soñaron por una sociedad más justa e igualitaria. Esta lucha se da en las calles y en las aulas, donde educadores y educadoras asumimos el desafío diario de enfrentar al pensamiento hegemónico, que pretende adoctrinarnos en el individualismo y el consumo como único objetivo de vida. 

 

Desde UnTER saludamos al conjunto de trabajadores y trabajadoras en su día, ratificamos nuestro compromiso en defensa de la educación pública y popular que tiene por objetivo garantizar condiciones dignas de enseñar y aprender; incluye la disputa por los conocimientos y su justa distribución que ganamos, cada vez que un compañero, una compañera asume su tarea cotidiana con la seguridad que todo triunfo siempre es producto del compromiso colectivo.

 

Gral. Roca- Fiske Menuco, 1º de mayo de 2017.