La historia misma de nuestra nación, en la época que estamos corriendo, nos presenta más de una prueba de que la desunión es el origen de los males comunes en que estamos envueltos, y que nos darán muchos motivos para llorarlos(…)
Todos saben la consonancia que hay entre el cuerpo político con el cuerpo físico: uno y otro tienen su principio, medio y fin; y así como este se acelera en el segundo, cuando pierde la unión de las partes que lo componen del mismo modo sucede en el primero, cuando por la división de opiniones, por el choque de intereses, por el mal orden, y otras concausas resulta la desunión.
Pero si todavía hay alguno que lo dudare, examine la historia de su propia familia, que no es más que en punto menor la copia de la gran familia que se llama una nación; y estamos ciertos que encontrará muchas razones para convenir con nosotros, que la desunión de sus individuos le habrá hecho experimentar mil perjuicios, y tal vez descender de la prosperidad a la desgracia más espantosa.
Por el contrario, la unión ha sostenido a las naciones contra los ataques más bien meditados del poder, y las ha elevado al grado de mayor engrandecimiento; hallando por sus medios cuantos recursos han necesitado, en todas las circunstancias o para sobrellevar los infortunios, o para aprovecharse de las ventajas que el orden de los acontecimientos les ha presentado.
Ella es la única capaz de sacar a las naciones del estado de opresión en que las ponen sus enemigos, de volverlas a su esplendor, y de contenerlas en las orillas del precipicio; infinitos ejemplos nos presenta la historia en comprobación de esto, y así es que los políticos sabios de todas las naciones siempre han aconsejado a las suyas que sea perpetua la unión y que exista del mismo modo el afecto fraternal entre todos los ciudadanos.
(…)La unión es un valor inestimable en una nación para su general y particular felicidad; todos sus individuos deben amarla de corazón y pensar y hablar de ella como de la égida de su seguridad; cualesquiera que así lo ejecuten, no importa que le falten grandes recursos; con la unión se sostendrá, con la unión será respetable; con ella al fin se engrandecerá.
Manuel Belgrano –Causas de la destrucción o de la conservación y engrandecimiento de las naciones, 19 de mayo de 1810.