El 23 de febrero, lxs docentes de Río Negro subimos a la ruta por mucho más que un salario. Llevábamos meses exigiendo paritaria salarial, con un salario inicial de $1290, unos de los mas bajos del país. El gobernador Miguel Saiz y el Ministro de Educación Cesar Barbeito había definido paralizar el funcionamiento del CPE, emitieron resoluciones unilaterales de cierres de cargos, modificaron la normativa para la toma de cargos en asambleas presenciales, entre otras medidas arbitrarias.
El conflicto con el gobierno provincial se había agudizado a mediados del 2008, cuando conseguimos iniciar la causa por el negociado con los alimentos distribuidos en las escuelas, producidos por la empresa Flavors, que enviaban partidas vencidas, con plagas, piedras, hongos y bacterias no aptos para el consumo. También las denuncias constantes por graves situaciones edilicias, permitieron develar el uso de recursos del estado para beneficio de unos pocos.
La respuesta de la patroanl fue el desconocimiento del Cuerpo Colegiado en el CPE, el avasallamiento de derechos laborales y la persecución a quienes reclamaban. Así lo padeció el compañero Robinot Villegas, en ese momento, director de la Escuela 317 de Roca- Fiske Menuco, que fue sumariado cuando exigió condiciones de seguridad para trabajadorxs y docentes.
Además, el gobierno aplicaba selectivamente las resoluciones de la Paritaria Nacional Docente, dilatando los puntos que garantizaban la titularización y el traslado intejurisdiccional docente. Como también hacía oídos sordos al reclamo frente a la paralización del IPORSS, la necesidad de su democratización y la conformación del Consejo de administración con representación sindical. Como contrapartida a estas exigencias, el ministerio dio de baja a lxs compañerxs del Departamento de Salud en la Escuela.
La patronal inició el 2009 con resoluciones de cierres de cargos, imposiciones arbitrarias en escuelas secundarias y modificatorias en la normativa de asambleas de interinatos y suplencias. UnTER se organizó, se frenaron las primeras asambleas de febrero y se convocó al Congreso en El Bolsón, para el 18 de febrero. Allí se voto por mayoría el paro por tiempo indeterminado y la marcha provincial para el 23 en Roca- Fiske Menuco.
La movilización fue multitudinaria, al mediodía partimos hacia Chichinales y comenzamos el piquete. Fue el inicio de una lucha que marcó nuestra historia, cuyo epicentro se ubicó en la ruta, pero se sostuvo con la fortaleza de miles de compañerxs que mantuvieron semana a semana el paro, desarrollaron acciones locales y regionales para visibilizar los motivos del conflicto y sumar adhesiones.
El 5 de marzo el dolor nos atravesó como un rayo, ese día perdimos al compañero Pascual Mosca, Secretario Gremial y de Organización, quien cinco días antes, había sufrido un accidente a pocos kilómetros del piquete, cuando trasladaba provisiones, junto con la compañera Sandra Schieroni, en eso momento Secretaria de Nivel Medio y Superior del CDC.
Fueron momentos aciagos, que pudimos transitar porque con unidad y organización sostuvimos cada medida que se fue resolviendo escuchando todas las voces en las asambleas locales, en el piquete y el trabajo mancomunado en el Plenario de Secretarixs Generales que sesionaba a diario. Muchxs teníamos presente la premisa que nos enseñó Pascual “Vos con tu idea, yo con la mía; pero siempre con respeto”.
Se sumaron las adhesiones de organizaciones sindicales, sociales y políticas que concurrían a diario al piquete. Se realizaban medidas en paralelo que obligaban a los medios a visibilizar el conflicto y generó que el Secretario General, Marcelo Nervi fuera recibido por legisladorxs nacionales y provinciales. Saiz intentó una vez mas disciplinarnos con la interposición de medidas judiciales, no pudo contra la férrea resistencia del conjunto, por el contrario, fortalecimos las medidas y nos instalamos frente a Casa de gobierno hasta que debió convocarnos a reunión paritaria.
Después de más de 30 días de paro, el gobierno había cambiado su actitud, tenía plata para aumento y no sólo para lxs docentes, también para todxs lxs estatales, aceptaba derogar resoluciones y rediscutir los cierres, pero mantenía el castigo a quienes habían sostenido el paro. Cada propuesta se debatió en asambleas y Congresos, primero en Valle Medio que rechazó de plano la persecución y las medidas judiciales.
Obligamos al ministerio a presentar nuevas propuestas, que se discutieron en San Antonio Oeste, de la misma manera en que se resolvió por mayoría el inicio del paro por tiempo indeterminado, se resolvió su levantamiento y el fin de las acciones políticas, con la convicción que continuar unidxs en la toma de decisiones era nuestra mayor fortaleza.
Así como subimos a la ruta por mas que un aumento salarial, logramos que el aumento se extendiera a la totalidad de los estatales, recuperamos cargos, se derogaron las resoluciones que modificaban las asambleas de interinatos y suplencias, lxs compañeros del Departamento de Salud en la Escuela fueron restituidxs, entre otros puntos que se siguieron debatiendo en paritarias.
Diez años después, es posible comprender que esta lucha permitió a mediano y largo plazo, que cientos de compañerxs, accedieran a la estabilidad por la aplicación del Decreto Nacional 134/07, antes de su finalización. Que se implementaran y siguieran vigentes, los traslados interjurisdiccionales. Recuperar las discusiones de política educativa, en todos los niveles, en particular en el nivel medio, fue posible recuperar los espacios de intervención sindical para discutir la implementación de la transformación en educación secundaria, protegiendo los puestos laborales y el debate pedagógico. También se logró el inicio de los concursos para equipos directivos y se puso en marcha la conformación del Consejo de Administración con representación Sindical en el IPROSS.
En los 45 años de lucha que tiene nuestro sindicato, el 2009, es parte de nuestra memoria viva. Sigue tan presente en nosotrxs, como el recuerdo del compañero Pascual. Con sus matices, fue posible sostener la unidad en la acción, para revertir lo injusto. Ese fue el mayor aprendizaje que nos dejó este conflicto, llevar a la práctica nuestros principios fundantes, despojar la toma de decisiones de la mirada individual, pensar en conjunto y actuar en consecuencia. Resolver los conflictos con la mirada puesta en lo colectivo, siempre es nuestra mayor victoria.
Roca- Fiske Menuco, 23 de febrero de 2019
María Inés Hernández, Secretaria de Prensa, Comunicación y Cultura
Benjamín Catalán, Secretario Gremial y de Organización
Marcelo Nervi, Secretario Adjunto
Patricia Cetera, Secretaria General