El Jardín 127 de Fernández Oro, se creó el 1 de junio del 2018, para una matrícula de 80 niñxs, sin edificio propio. Respondía a la necesidad de la comunidad, por ello aceptaron ubicarse en una sede provisoria, con la promesa explícita y publicitada de la inauguración de las nuevas instalaciones, prevista para el próximo 8 de junio.
Se refuncionalizó el quincho del Club Fernández Oro, espacio compartido con el merendero de la institución deportiva. Se armaron dos salas improvisadas con durlok, un pasillo de menos de 80 cm de ancho que conecta las salas con los dos baños que utilizan todxs. Además de un espacio compartido como dirección preceptoría y cocina, sin gas, ni espacio de juegos.
Panorama desolador donde prima la precariedad y falta de seguridad. Así terminaron el ciclo lectivo 2018, a fuerza de voluntad y compromiso de lxs trabajadorxs y la esperanza de madres y padres que creyeron en los compromisos del gobierno. Tamaña desilusión tuvieron cuando regresaron a clases y comprobaron que no había avances, apenas unas paredes recién levantadas y obreros trabajando. Sumado al incremento de la matrícula a 102 niñxs, confinados en los mismos espacios reducidos, con riesgo eléctrico, de salubridad e higiene, sin gas ni condiciones mínimas de seguridad.
Frente al reclamo de la comunidad, la Coordinadora Zonal, Loreley Cabanay, solo supo dar información sesgada, imprecisa y dilatoria. En este contexto la mayoría de madres y padres firmaron una nota, con la definición de no enviar a sus hijxs al Jardín, hasta que no estuvieran garantizadas las condiciones de seguridad. En paralelo presentaron un amparo judicial.
Desde el Departamento de Salud en la Escuela de UnTER, se exigió a las autoridades la inmediata intervención, especificando plan de obra, plazos de ejecución y certificación emitida por personal competente. Además, se reclamó al responsable de infraestructura, la urgente finalización de obra del nuevo edificio. Requerimiento que fuera tratado en cada reunión con el ministerio, con compromisos documentados y firmadas en actas, que a la fecha sigue sin concretarse. También se realizó una presentación ante la Dirección de Educación Inicial, con el mismo resultado.
Está claro que el objetivo del gobierno fue iniciar las clases como diera lugar. Decisión por demás imprudente cuando se pone en riesgo la integridad psicofísica de niñxs de 4 y 5 años y lxs trabajadorxs. Es negligente, la falta de previsibilidad por el incremento de la matrícula y sin organización del espacio con obreros trabajando.
Desde UnTER exigimos que el ministerio cumpla con los compromisos asumidos. Advertimos que con los anuncios o las inauguraciones parciales, no alcanza para demostrar un estado presente. Es el trabajo continuo y responsable, de cada funcionario, en cada institución educativa, sin importar su tamaño ni ubicación, lo que garantiza las condiciones dignas de enseñar y aprender.
Roca – Fiske Menuco, 23 de marzo de 2019.
Claudia Andrea Asencio, Secretaria de Salud en la Escuela
María Inés Hernández, Secretaria de Prensa, Comunicación y Cultura
Benjamín Catalán, Secretario Gremial y de Organización
Marcelo Nervi, Secretario Adjunto
Patricia Cetera, Secretaria General