Carlos Painevil trabajaba como taxista en Allen cuando desapareció el 2 de junio de 2012. Desde entonces lo seguimos buscando. Junto a su familia, sus tres hijos que no saben por qué su papá no vuelve, se han recorrido juzgados, calles, lugares dónde podría encontrarse una huella, una señal, una respuesta. Frente a la indiferencia de un pueblo que naturalizó su ausencia.
Resulta inadmisible que en tiempos democráticos, las personas desaparezcan. Nadie se desvanece en el aire, sin embargo en Río Negro, hay familias que no saben qué pasó con sus seres queridos. Carlos en Allen Luis Sosa, Magdalena Curaqueo y Marcos Adrián Herrera de Roca – Fiske Menuco, Zulema Walter en Viedma son parte de una lista dolorosa, que suma interrogantes, y puntos en común: la demora en iniciar la investigación, los obstáculos para avanzar sobre pistas concretas y las familias poniendo el cuerpo mientras que ni la policía, ni la justicia dan respuesta.
Lamentablemente Río Negro, sigue siendo una provincia de impunidades. En la que llegar a un juicio demanda un esfuerzo multiplicado de las organizaciones que exigen verdad y justicia. A pesar de las denuncias constantes, exigiendo la modificación en las acciones frente a desapariciones y crímenes, se sigue operando igual. Sólo se puede entender la insistencia sobre los errores, en la impericia manifiesta o en acciones pensadas adrede, para no profundizar en los intereses políticos que pueden verse afectados cuando todo salga a la luz.
Exigimos saber qué pasó con Carlos Painevil y con todxs lxs desaparecidxs en democracia en Río Negro. Por el derecho humano de saber la verdad, por sus familias, y por nosotrxs nos merecemos una sociedad diferente con memoria, verdad y justicia.
Villa Regina, 2 de junio 2020.
María Inés Hernández, Secretaria de Derechos Humanos, Género e Igualdad de Oportunidades
Viviana Orellano, Secretaria de Prensa, Comunicación y Cultura
Patricia Ponce, Secretaria Gremial y de Organización
Silvana Inostroza, Secretaria Adjunta
Sandra Schieroni, Secretaria General
