El panorama en educación es desalentador para estudiantes con discapacidad, sus familias y lxs trabajadores de la modalidad educación especial.
El Ministerio de Educación de Río Negro pregona en su discurso la inclusión educativa en las escuelas, pero la realidad en las instituciones muestra una brecha innegable con el principio que sostienen sólo desde la palabra.
Hace años se reclaman edificios en condiciones, propios, creación de escuelas laborales, cargos para el acompañamiento a estudiantes, no sólo para la sede de las escuelas de la modalidad, sino también en los distintos niveles y modalidades en el que lxs estudiantes por derecho pueden transitar. Las barreras las sigue poniendo el Ministerio de Educación, con falta de financiamiento, presupuesto destinado a generar educación inclusiva.