Nuevamente, como cada año, este 8 de marzo nos convoca a rememorar a las mujeres trabajadoras que fueron asesinadas luchando por su jornada laboral, por salarios y condiciones dignas de trabajo.
Es una jornada militante que nos moviliza para reafirmar nuestra inquebrantable voluntad política de dar la batalla cultural por una ciudadanía plena, sin discriminaciones, por la vigencia de los Derechos Humanos para todos y todas. En este camino que recorremos para lograr la garantía de los Derechos Económicos, Sociales, Políticos, Culturales, Sexuales y Reproductivos para las mujeres, destacamos leyes que tienen que ver con la ampliación de derechos: ley para trabajadoras de casas particulares; la ley para prevenir, sancionar y erradicar todas las formas de violencia hacia la mujer; la ley de trata; los protocolos de atención al aborto legal, a la atención de las consecuencias de abortos sépticos, a las víctimas de violencia sexual; la ley de servicios de comunicación audiovisual, herramienta para democratizar la palabra; la ley de matrimonio igualitario; la ley de identidad de género. Además las violaciones contra las mujeres secuestradas en centros clandestinos de detención están siendo considerados crímenes de lesa humanidad, en los procesos judiciales.
Aún restan derechos por conquistar. Una deuda de la democracia es el necesario debate por el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo en el primer trimestre de gestación, propuesto en el proyecto de ley de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, que cuenta con una enorme coalición social que lo respalda.
En la provincia de Río Negro, desde la CTA, hemos solicitado la conformación de la CTIO, Comisión para el Trabajo con Igualdad de Oportunidades entre varones y mujeres en el mundo laboral que integrarían mujeres trabajadoras, empresarias, de las organizaciones sociales y funcionarias de los diferentes organismos del Estado provincial. Esperamos que se constituya este año para trabajar sobre las inequidades existentes, para tender a la eliminación de la discriminación sexual en el trabajo y acoso laboral. Otro tema a abordar es el relevamiento y la creación de jardines maternales, que posibilite a las trabajadoras su ingreso al campo laboral en igualdad de condiciones con los varones.
En materia de Salud peticionamos se consolide la garantía de los Derechos Sexuales y Reproductivos y se aplique la ley que se aprobara sobre la atención de los abortos no punibles. A través de Desarrollo Social y el Consejo Provincial de las Mujeres, esperamos se culmine con la elaboración de protocolos para actuar en casos de violencia de género y de trata de niñas y mujeres con fines sexuales o de explotación laboral, en donde se articulen las áreas de DDHH, Desarrollo Social, Trabajo, Justicia, Policía y Juzgados de Paz.
Consideramos vital que en el Poder Judicial fundamentalmente, y en la formación de operadores/as del Servicio Penitenciario y de la Policía, se cuente con capacitación sobre la perspectiva de Género que deben incorporar a su accionar cotidiano, como garantes de los derechos humanos de las mujeres.
En Educación, se está avanzando gradualmente en la capacitación de las y los Trabajadoras/es de la Educación en Educación Sexual Integral. La Ley de ESI instaura el derecho de las y los estudiantes de todos los niveles y modalidades a construir, junto a sus docentes, una sexualidad responsable, plena, sin miedos y tabúes, de respeto a las diferencias. Como educadoras/es es fundamental que asumamos esta tarea que implica vencer las resistencias sociales que tienen que ver con el fuerte arraigo de estereotipos de lo masculino y lo femenino que mandatan una masculinidad hegemónica y el sometimiento de las mujeres, con una fuerte impronta de la lógica patriarcal.
El 8 de marzo no es un día más de las efemérides y menos aún un día vaciado del contenido de lucha que le dio nacimiento, lejos de la banalización que fomentan los medios de comunicación masiva y de la cultura del regalo o de la flor. Es un día para recordar a todas las mujeres que a lo largo de la historia lucharon por sus derechos; un día de reflexión sobre las conductas tan naturalizadas que desvalorizan y descalifican a las mujeres. Es también un día que nos interpela a participar, a organizarnos, a asumir responsablemente la noble tarea de educar para la construcción de una sociedad igualitaria en la que no haya más violencia ni discriminaciones entre los seres humanos.
5 de marzo de 2013
Luis Giannini, Secretario de Prensa, Comunicación y Cultura, UnTER
Alberto Cacopardo, Secretario de Finanzas, UnTER
María Cristina Bay, Secretaria de Derechos Humanos, Género e Igualdad de Oportunidades, UnTER