En la solicitud de querellante que Aníbal Facundo Martínez Soler, como hijo de Aníbal Martínez, eleva a la justicia se señala que “a) Hechos: Mi padre era militante del “Ejército Revolucionario del Pueblo (fracción 22 de agosto)”. El día 7 de abril de 1975 por la noche tarde y por versiones que se encuentran recogidas en el legajo Conadep, en Rivadavia y Gral.Paz del lado de Ciudadela Pcia. Bs.As. un Falcon verde con sirena que se detuvo e introdujo a mi padre dentro del mismo. Agrego que el día 15 de abril de 1975 los hijos de un matrimonio amigo de mi padre fueron secuestrados y llevados a Coordinación Federal donde estuvieron menos de 24 hs. pero le preguntaban insistentemente por mi padre. Según el legajo Conadep se menciona que un compañero de militancia de mi padre tuvo contacto con otro que estuvo detenido con la víctima y que fue arrojado de un auto y baleado siendo internado por la policía en el hospital de Ciudadela del cual huyó. El cuerpo de mi padre nunca apareció permaneciendo desaparecido a la fecha.

b) Imputados: Como se demostrará a través de las pruebas a producirse en autos, las personas involucradas en los hechos criminales narrados deben ser procesadas por los delitos de lesa humanidad que constituyeron el accionar de la organización aquí investigada. Asimismo, se debe solicitar la extradición y atribuirse responsabilidad penal por los hechos descriptos a Rodolfo Eduardo Almirón Sena y María Estela Martínez de Perón”.

No hay testimonio de su paso por un CCD. En su homenaje, se colocó la 2° baldosa por la Memoria en Neuquén el 29 de noviembre de 2012 en la calle Elordi 624, donde Anibal Martínez Durán, tuvo su último domicilio en la ciudad. También figura su nombre en el Monumento a los Vecinos Desaparecidos en la última dictadura militar, en el Cementerio de Pablo Podestá, de Tres de Febrero.