Micaela García tenía 21 años, vivía en Entre Ríos, estudiante de profesorado en Educación Física, luego de buscarla por una semana, el 8 de abril de 2017 encontraron su cuerpo, el imputado por el femicidio fue Sebastián Wagner, quien contaba con antecedentes penales por violación. El crimen abrió paso a la Ley 27.499, que les exige a integrantes de los tres poderes del Estado, que se formen en materia de géneros.
Sin embargo, aun con la ley Micaela y con los avances conseguidos por la lucha, en medio del aislamiento social y obligatorio, las colectivas feministas de la provincia indican que aumentaron un 56% las denuncias sobre violencia de género en los teléfonos habilitados y el 7 de abril el dolor y la impotencia por un nuevo femicidio en Los Menucos, una niñita de tres años.
La falta de políticas de contención para las infancias y el desamparo hacia las mujeres por parte de de las instituciones y la justicia sin perspectivas de género, tiene consecuencias en el alma, en la salud mental y en los cuerpos, basta de maltratos, paren de matarnos.