Cada 25 de noviembre mujeres y disidencias tomamos las calles, para recordar el crimen político de las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, torturadas y asesinadas en 1960 por la dictadura del General Trujillo en República Dominicana. En su homenaje, la ONU determinó esta fecha como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
La potencia de la lucha transfeminista en nuestro país lleva décadas poniendo en tensión el sistema capitalista y patriarcal imperante. Así fue posible desnaturalizar las modalidades de la violencia que atravesaban las mujeres y disidencias. Fue posible visibilizar la desigualdad, atravesar con perspectiva de género desde la construcción vincular, hasta las normativas. Así fue posible derogar leyes injustas, construir nuevas, modificar diseños curriculares tanto como las formas de construcción de poder dentro de las organizaciones sociales, sindicales y políticas.
Por ello, el presidente Javier Milei reconoce al feminismo como su enemigo. Porque para las derechas, la única libertad valedera es la de los mercados, mientras que para los colectivos transfeministas pasa por el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas, defendiendo el derecho al goce como pulsión de vida. Está claro que cada vez que el neoliberalismo vuelve, es para imponer con represión el ajuste en beneficio de los poderosos. En este marco, las mujeres, niñeces, adolescencias y disidencias son lxs primerxs que sufren la pobreza, la desocupación y la violencia.
Entre las primeras medidas que tomó el mileismo fue desmantelar el Ministerio de las Mujeres, géneros y disidencias y las políticas de prevención y asesoramiento para erradicar la violencia. Este año se cometieron 212 femicidios y transfemicidios. 192 niñxs quedaron huérfanxs y no podrán acceder a la protección de la Ley Brisa. Los despidos masivos de trabajadorxs preparadxs para recibir denuncias, asesorar y acompañar a las víctimas e implementar los programas de acompañamiento dejó expuestas a cientos de personas, lo que duplicó el número de ataques por razones de género.
Los discurso de odio bajados desde la misma Presidencia de la Nación, replicada por parte del gabinete, funcionarixs de medio pelo, se multiplica en medios de comunicación y plataformas virtuales, y son el aval que necesitan lxs violentxs para accionar. Fue la legitimación del odio lo que provocó la masacre de Barracas, cuando Justo Barrientos arrojó combustible sobre cuatro lesbianas para quemarlas hasta la muerte. Asesinó a Pamela, Roxana y Andrea y lesionó a Sofía. Fue lesbicidio; sin embargo, la justicia aún no quiere reconocerlo.
En Río Negro, el gobernador Alberto Weretilneck sigue la línea del ajuste, sin tanto discurso pero con acciones concretas: Hospitales y centros de salud pública ya no cuentan con profesionales para la atención de programas de prevención y acompañamiento para salud sexual y reproductiva, se desarticularon los equipos de acompañamiento de la IVE, pacientes con HIV y para víctimas de violencia. Los programas de atención a la Salud Mental están limitados tanto como los programas de hormonización. Se obstaculiza el acceso a licencias por razones de violencia de género, lo que implica desconocer las leyes vigentes, porque se revictimiza a las personas que la sufren.
El gobierno aplicó la estrategia del shock social para imponer su programa económico basado en la teoría de Milton Friedman y la Escuela de Chicago, para favorecer a lxs poderosxs. La mayoría de los gobiernos provinciales se van subordinando a sus exigencias ante el ahogo financiero. No se diferencia de los programas de la dictadura genocida, el menemismo y el macrismo. Aplica un ajuste brutal con represión, su objetivo es desmovilizar, quebrar voluntades para lograr mano de obra barata y un pueblo sumiso dispuesto a delatar a quien se oponga.
La violencia política va creciendo al calor de los discursos de un megalómano y misógino. Viejas recetas, nuevas estrategias construidas gracias al manejo de las plataformas virtuales, se organizan los libertos, autoproclamándose como el brazo armado del mileismo. Son peligrosos, porque su mensaje permea en la subjetividad de negacionistas, antiderechos, odiadores seriales.
Hay que llamar a las cosas por su nombre. Este es un gobierno antidemocrático con metodologías fascistas, que se impuso a fuerza de censura, persecuciones, represión y la extorsión económica. Los patrones de Milei supieron aprovechar las grietas, la falta de compromiso con su pueblo de representantes políticos que navegan entre el sálvese quien pueda y la rosca. Así le votaron todo y hacen silencio cuando reprimen a trabajadorxs, jubiladxs y referentes de todas las organizaciones que resisten al saqueo y la expoliación de cuerpos y territorios.
Sandra Petovello, la Ministra de Capital (in)Humano es la mejor muestra de la política de la crueldad vigente. Tiene bajo su orbita las áreas de educación, salud y desarrollo social. Es la responsable del quite de medicamentos ontológicos, el acopio de alimentos, mientras más de 1 millón de niñxs se van a la cama sin comer y casi el 60% de las familias en el país se encuentran bajo la línea de pobreza. Como así también de la destrucción de los programas socioeducativos que garantizaban el acceso y la continuidad de estudiantes de los sectores populares, se desfinancian universidades y centros de investigación de ciencia y tecnología, entre otras aberraciones.
Según el informe elaborado por el equipo de investigación de la revista Crisis y el CELS, este Ministerio es la clave libertaria para ensayar la reforma del Estado: “El giro discursivo hacia la idea de “Capital Humano” implica cambiar el destinatario de la política social y desplazar el foco de la comunidad al individuo, en función de su capacidad productiva futura para el mercado. Bajo esta lógica, la tarea por delante es —para el discurso oficial— recuperar aquel capital “dañado” por las políticas públicas de un Estado demasiado presente. Un cambio en el paradigma de intervención y asistencia social guiado por nuevas recetas económicas que reemplazan a la comunidad organizada por una lógica emprendedora de gestión de las necesidades. La demonización de las organizaciones sociales y territoriales, renombradas como “gerentes de la pobreza”, ha sido una batalla estratégica para el Gobierno “
En este marco, las fundaciones antiderechos van ocupando lugares estratégicos en el Ministerio habilitadas para cuestionar programas educativos e impulsar campañas de censura como la Fundación Natalio Morelli que inició la caza de brujas contra la literatura en las escuelas bonaerenses denunciando ante la justicia libros como Cometierra, de Dolores Reyes, Las aventuras de la China Iron, de Gabriela Cabezón Cámara; Las primas, de Aurora Venturini; y Si no fueras tan niña, de Sol Fantin.
Este accionar de la fundación es una avanzada contra la ESI. Su titular, Bárbara Morelli, recibió un fuerte apoyo de la vicepresidenta Victoria Villarruel. En una entrevista reconoció que los libros no son de lectura obligatoria, pero entiende que el hecho de que estén disponibles en las escuelas son “una degeneración”. Sin embargo, no salen a cuestionar los discursos de Milei frente a estudiantes, con claras alusiones sexuales, ni otras expresiones del mismo tenor en las presentaciones ante lo mas rancio del empresariado. La doble vara y la censura son parte de las estrategias fascistas de control.
Están claras las razones por las cuales Milei y sus socios ubican a los feminismos como el enemigo a derrotar. El problema es que hay sectores de la oposición que subrepticiamente lo avalan, cuando afirman por lo bajo que parte de nuestras luchas permitieron la reacción para el voto a Milei. Como si discutir el lenguaje no binario o la ampliación de derechos para las disidencias tuviera la culpa de la falta de decisiones políticas para lograr romper el núcleo duro de la pobreza, frenar la precarización del salario de trabajadores, el crecimiento exponencial de trabajadorxs no registrados o la falta de coraje para lograr una distribución de la riqueza mas justa y equitativa.
Como las hermanas Mirabal, los feminismos aprendimos que al miedo se lo vence construyendo comunidad y que el objetivo trasciende las individualidades. En tiempos políticos adversos es imprescindible redoblar los esfuerzos para organizarse colectivamente. Pensando las estrategias necesarias para no abandonar las luchas ni las calles. Fortalecer la trama social que se teje en los comedores barriales, las organizaciones del campo popular que saben de resistencias, a la par que van armando las propuestas necesarias para sostener y ampliar derechos. Así como dijimos que no volveremos a la clandestinidad, tampoco retrocederemos. Nuestras vidas y nuestras libertades no se negocian, se defienden.
General Roca – Fiske Menuco, 25 de noviembre de 2024.
María Inés “Lua” Hernández, Secretaria de Derechos Humanos, Género e Igualdad de Oportunidades
Pablo Holzmann, Secretario de Prensa, Comunicación y Cultura
María Castañeda, Secretaria Gremial y de Organización
Gustavo Cifuentes, Secretario Adjunto
Silvana Inostroza, Secretaria General