El XXIV Congreso Ordinario, recuerda que en 1950 la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró al 10 de diciembre como el Día de los Derechos Humanos, con el objetivo que en todas las naciones se recuerde y trabaje sobre el respeto, dignidad e igualdad de la humanidad en su conjunto.
La Asamblea también determinó en 1983, que se reconozca al 3 de diciembre como el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, frente a la necesidad de impulsar la toma de conciencia que genere medidas que garanticen la igualdad de oportunidades de todas las personas con discapacidad.
Este Congreso manifiesta que, más allá de estas jornadas, como trabajadoras y trabajadores de la educación, debemos mantener nuestro compromiso cotidiano en la lucha por la construcción de una sociedad justa y solidaria en la que se garantice la participación plena, dentro de un colectivo donde todas y todos nos reconozcamos como sujetos de derechos, por lo que debemos ser respetadas y respetados, considerados y consideradas de manera igualitario dentro de la diversidad de identidades y capacidades culturales, políticas y sociales.
Valcheta, 30 de noviembre de 2006