Sin clientes, NO hay trata
La lucha de Susana Trimarco, buscando a su hija Marita, permitió comprender en toda su dimensión, que la esclavitud existe, y que cientos de niñas y jóvenes son víctimas de la explotación sexual, tratadas como objeto de consumo, para formar parte de un mercado perverso, donde la existencia de clientes, la complicidad policial y judicial sostiene y amplía la red.