Mayo del 69, Córdoba, fue una muestra de toda una generación de soñadores y combatientes cuyos ideales siguen vigentes. Como congresales del CCLXXIX Congreso, evocamos esta etapa gloriosa de la historia del pueblo y asumimos el desafío de mantener en alto sus banderas, cada vez que entendemos que nuestras luchas son políticas como la memoria, como la educación y que se ganan cuando se realizan en conjunto, cuando no se abandonan porque, tal como decía el Compañero Tosco, la lucha nunca cesa, continúa a cada paso que se da a favor de la conciencia de clase y la defensa de los derechos de las y los trabajadores por la dignidad.