La lucha de las comunidades originarias es en defensa de la tierra, el agua y los recursos naturales. El modelo capitalista viene por ellxs porque viene por todo y por todos, como decía Javier Rodríguez Pardo. En este presente ya se pueden reconocer las consecuencias de la expoliación de nuestros recursos, el hambre instaurada por el avance de la soja en tierras productivas, la enfermedades provocadas por los agrotóxicos, la contaminación del agua por el plomo, el uranio y los desechos de empresas que luego de absorber todas nuestras riquezas, nos dejan territorio devastado.