Mientras el gobernador reconoce un déficit de 2200 millones, Educación decide implementar la Nueva Escuela Secundaria que demandará, solo el primer año, un 25% más de presupuesto. Cerrar un año en rojo, con la realidad económica nacional demanda previsibilidad para el próximo ciclo, Weretilneck aspira a que “vuelva el consumo, a que baje la inflación y a que exista más recaudación para volver al equilibrio de las finanzas”, nosotros también. Pero en el plano real y concreto, esto no pasa de la nube de los deseos de fin de año. La historia provincial nos muestra que, en las crisis financieras, el recorte siempre comienza y termina en la clase trabajadora.