La educación especial en nuestra provincia atraviesa hoy una profunda crisis institucional, hacia el interior y el exterior de cada una de las escuelas. Esto lo vemos reflejado en las condiciones materiales, edilicias y laborales en las que se encuentran las escuelas especiales y docentes de nuestra provincia.
Tenemos un Consejo de Educación que hace oídos sordos a los insistentes reclamos de cada institución, desoyendo los reiterados pedidos que realizan nuestras/os compañeros/as día a día, solicitando: condiciones edilicias, materiales de trabajo, alimentos, etc. Las comunidades educativas de las escuelas especiales y laborales sufrimos constantemente la discriminación, que en este caso proviene de quienes nos tienen que dar soluciones. En cambio vemos como este ministerio de educación quiere destruir el único lugar que muchos/as niños y niñas, jóvenes, y adultas/os tienen para ejercer su derecho a la educación. Lo vemos cuando los edificios en los que funcionan muchas escuelas especiales y laborales no son adecuados, indignos, sin medidas de seguridad e higiene suficiente, sin espacios disponibles para tareas especificas o talleres, sin rampas, sin baños, sin aulas, sin sillas y mesas adecuadas, en muchos casos están en situaciones de peligro y riesgo de producirse accidentes. Ante los numerosos pedidos de refacciones o de edificios nuevos, las respuestas de este ministerio son que “no hay dinero suficiente”, y por otro lado subejecutan partidas específicas de recursos que malversa para prebendas políticas.
En lo que respecta a la tarea pedagógica, todos sabemos del esfuerzo que realizan nuestras/os compañeros/as para llevar adelante hoy la educación de las niñas y niños, jóvenes y adultas/os que concurren a las escuelas especiales y/o laborales, salas anexas, y/o talleres que albergan personas con capacidades diferentes en nuestra provincia, están sostenidos solamente y con mucho esfuerzo por la voluntad de las maestras y los maestros, de las y los directivas/os y las familias, que realizan lo imposible para brindarles la educación que se merecen.
Otro punto que mantiene en crisis a la educación especial por estos días y que afirma el interés del gobierno en producir políticas de “ahorro” en educación es el proyecto de inclusión, el cual entre todas/os las/os docentes estuvimos de acuerdo en que debía revisarse y así se hizo, pero con el tiempo fuimos comprendiendo que el camino de “inclusión” que pretende realizar el gobierno es precisamente el contrario al que proponemos desde las escuelas. El camino del gobierno tiene una meta clara que es la de reducir costos, sin importarle lo más mínimo en qué condiciones estará ese niño/a, sin garantizar lo indispensable para que el tránsito de un niño/a por la escuela primaria sea lo más adecuado posible, sin garantizar que ese niño/a estará atendido, contenido, mirado, escuchado, con las condiciones mínimas que requiere, con suficientes recursos didácticos, arquitectónicos, humanos, etc.
Tenemos que hablar de las condiciones de trabajo que atraviesan nuestras/os compañeros/as que trabajan en educación especial , en la provincia de Río Negro, ya existen y se están creando cargos a término en la modalidad, violando derechos laborales, a la estabilidad, y sin tener en cuenta las dificultades que trae a nuestros niños/as cambiar de docentes año tras año, desconociendo lo difícil que es establecer vínculos con nuestras/os alumnas/os. Otro acción más en contra de los trabajadores es que se les quitó la movilidad a los docentes integradores, lo cual hace que el traslado de una escuela a otra en muchas ocasiones lo tengan que realizar con recursos de sus propios bolsillos. Tenemos que mencionar las situaciones que padecen los preceptores de transportes que deben constantemente estar realizando tareas que son riesgosas para su propia salud, como levantar a los alumnos en sus brazos para poder subirlos a los transportes escolares, porque ninguno de ellos están en condiciones para transportar a personas con discapacidad motora por ejemplo. Son escasos los transportes que cuentan con rampas para los chicos/as con sillas de rueda, por eso la tarea de subirlos al vehículo es de los preceptores, produciéndoles a mediano y largo plazo lesiones musculares y articulares irreversibles. Una vez más por cuenta de este gobierno que
ahorra en la contratación de vehículos escolares, debemos pagar las consecuencias los docentes.
En esta semana de la Educación Especial y de las personas con discapacidad queremos cerrar con la frase de un jóven de Cipolletti que pidió que alguien escriba en su red social (muro) que: “Los niños con capacidades especiales no están enfermos. Ellos sólo quieren lo que todos quieren: ser aceptados. ¿Puedo hacer una petición? ¿Hay alguien dispuesto a publicar esto y dejarlo en su muro al menos una hora? Es la semana de Educación Especial y esto …es en honor de todos los niños que nacieron de una manera única. :)”
SEC. EDUCACION ESPECIAL – DIEGO MOSCHEN
